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Comportamiento de la Economía Hondureña al I Semestre de 2020 y Tendencias a los meses de julio y agosto

 

I. Desempeño Económico en la Región Centro Americana

Según el Índice Mensual de Actividad económica (IMAE) a  julio de 2020, todas las economías de la región centroamericana muestran una reducción de la actividad económica -principalmente- por la caída en el Comercio; Hoteles y Restaurantes; Transporte y Almacenamiento; Construcción; y la Manufactura. Lo anterior, efecto de la disminución en la demanda externa e interna, ante el cierre obligatorio de empresas, derivado de las medidas aplicadas -aunque diferenciadas en cada país- para combatir la propagación de la pandemia.

Gráfico No 1

II. Crecimiento del PIB en Honduras al I semestre de 2020 por el Enfoque de la Producción

Según el BCH la economía hondureña ha sido afectada tanto por choques externos, dada la caída en la actividad económica de sus principales socios comerciales, y por choques internos, derivados del impacto directo en las actividades económicas debido a las restricciones a la movilidad adoptadas en el país a partir de la segunda mitad de marzo del presente año, ambos generando una contracción en la demanda agregada.

La contracción de la demanda interna y externa ha provocado una caída en el Producto Interno Bruto (PIB) de 17.6% en relación al I trimestre de 2020.

Gráfico No 2

III. Mecanismos de transmisión hacia la economía por la crisis del  COVID 19 :

  • Al reducir la actividad de las personas tiene una dimensión de shock de oferta: la gente que está en cuarentena y que no puede realizar trabajo remoto, deja de producir.
  • Tiene también una dimensión de demanda: la gente deja de demandar servicios producto de las medidas de restricción a la actividad de las personas: turismo, líneas aéreas, restaurantes.
  • Shock externo: exportaciones y remesas.  Estos shocks se amplifican.
  • Por el lado de la oferta, los sectores productivos están interconectados. Si un sector no cuenta con los insumos necesarios, no podrá producir. Debido a la ruptura de la cadena de suministros externa.
  • Si la demanda final de un sector cae dramáticamente, las actividades interconectadas sufrirán también la consecuencias.  Lo anterior amplifica la respuesta inicial.

IV. Resultado por Actividad Económica

Según el resultado por el enfoque de la producción al segundo semestre 2020, se observó disminución en el Valor Agregado Bruto (VAB) de la mayoría de las actividades económicas al compararlo con el primer trimestre de 2020, principalmente en: la Industria Manufacturera; Comercio, Hoteles y Restaurantes; Intermediación Financiera; Transporte y Almacenamiento; y Construcción; y en menor medida las Actividades Inmobiliarias y Empresariales; Servicios Comunitarios, Sociales y Personales; y Agricultura, Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca. En tanto, se registró un incremento en el VAB de las Comunicaciones; Electricidad y Distribución de Agua; y en los Servicios de Salud.

Gráfico No 3

V. Proyección del Crecimiento Económico al Cierre del 2020

Las tendencias observadas por el IMAE en los primeros dos trimestres de 2020 y al mes de julio y agosto de 2020 indican una severa contracción económica al cierre de 2020.

Gráfico No 4

Según el BCH las medidas adoptadas para enfrentar la emergencia sanitaria Covid-19, han impactado de manera negativa en la actividad económica, reflejado en la variación acumulada a agosto de 2020 del IMAE, que muestra una contracción de 10.0% en su serie original (aumento de 2.8% en igual período de 2019); en tanto, la variación interanual se situó en -8.0% (2.1% en agosto de 2019), observando una menor caída que en julio de este año, básicamente por la recuperación parcial en la industria manufacturera textil, comercio y otras actividades de servicios comunitarios, sociales y personales (ver anexo 6). Por su parte, la variación de la serie de tendencia ciclo fue de -8.4% (2.4% en igual mes de 2019).

VI. Sectores que muestran un deterioro dado su nivel de importancia en el Producto Interno Bruto (PIB)

El análisis del comportamiento de algunos sectores productivos que tienen  una gran participación en el PIB en 2019 como ser la industria manufacturera, la agricultura y la intermediación financiera nos ayuda a contrastar la severa contracción que se observa a julio y agosto de 2020, sin embargo, hay otros que no se han visto afectados severamente.

  • Industria Manufacturera

Al cierre del año 2019 el volumen de producción de la industria manufacturera aumentó 2.1% (3.8% en 2018), debido al desempeño favorable en la Fabricación de Textiles y Prendas de Vestir, por el aumento de la demanda externa de estos productos. A su vez, la producción de Alimentos, Bebidas y Tabaco mostró un incremento con respecto al año precedente, destacando la elaboración de: bebidas (refrescos y cervezas); procesamiento y conservación de carnes (pollo y res); productos lácteos; al igual que aceites y grasas, en especial el aceite vegetal y manteca. Sin embargo, el beneficiado de café reportó una reducción, por la menor disponibilidad del grano para su procesamiento, dado el desincentivo que experimentó la producción nacional por la baja en el precio internacional, causada por el exceso de oferta –en especial de Brasil.

La industria manufactura, la rama de agricultura (pesca, silvicultura y ganadería) y la intermediación financiera representaron en 2019 el 19.2%, 13.9% y 21.3% en relación al PIB real de 2019 para totalizar un porcentaje de participación de los tres sectores de 54.4%. El crecimiento interanual 2019/2018 de la industria manufacturera fue de 2.1% y 8.7% para la intermediación financiera, respectivamente.

Al mes de agosto 2020 las ramas de actividad de industria manufacturera  muestran un evidente deterioro debido a la pandemia del COVID-19

Gráfico No 5

  • La contracción en la rama de Agricultura, Silvicultura, Caza y Pesca ha sido de -1.2% en contraste con la reducción en la actividad económica de la Industria Manufacturera de -19.7%.

Gráfico No 6

  • Intermediación Financiera

Intermediación Financiera cayó 0.2% a agosto 2020, en comparación al crecimiento de 7.6% en el mismo período de 2019, explicado por los menores ingresos provenientes de comisiones relacionadas por desembolsos de préstamos, aunado a la reducción del margen financiero, ante la desaceleración en los ingresos por intereses sobre la cartera crediticia; caso contrario a lo presentando en el gasto de intereses sobre depósitos.

  • Telecomunicaciones

Telecomunicaciones aumentó 4.0% (3.4% a julio del año anterior), por mayores minutos cursados en telefonía móvil y el incremento en la demanda por servicios de televisión por cable, almacenamiento de datos corporativos y de internet; esto último ha permitido -durante la emergencia sanitaria- realizar actividades de manera digital como teletrabajo, videoconferencias, aulas virtuales y entretenimiento.

No obstante la caída de 0.2% en la intermediación financiera es bastante menor al deterioro de otros sectores.

VII. Medidas tomadas por el Gobierno para contrarrestar la crisis

1. La forma mas rápida y efectiva de corto plazo para atenuar los efectos de la pandemia en la población y en las empresas es a través de medidas de política fiscal convirtiéndose esto en un denominador común a todos los países del istmo centro americano y la base para una reactivación económica.  Estas medidas son muy similares en todos los países de la región, pero su implementación y eficiencia dependerá del manejo y priorización presupuestaria y la transparencia en el manejo estos recursos en cada nación.

En realidad, el marco de medidas fiscales da espacio al gobierno para compensar a los sectores vulnerables ante la pandemia en el periodo de reactivación económica.

Estas medidas comprenden:

  • Reasignaciones presupuestarias para apoyar al sistema de salud. Un sistema de salud fortalecido puede atender cualquier rebrote de la pandemia.
  • Prórroga del pago de impuestos: ayuda a MIPYMES y grandes.
  • Donaciones: para atender diferentes sectores sociales y productivos
  • Endeudamiento externo: atención gastos prioritarios.
  • Apoyo presupuestario FMI : apoyo presupuestario (Gasto Corriente)
  • Transferencias: subsidios en dinero y especie a trabajadores por y población vulnerable.
  • Evitar reformas fiscales que impliquen incremento en impuestos.
  •  

2. Para la reactivación económica se necesitan operacionalizar o hacer mas efectivas las medidas de política crediticia y monetaria en el corto plazo

Medidas:

  • Agilizar las reformas necesarias para que los pequeños productores tengan acceso al crédito. Esto implica reformas a la normativa de clasificación de créditos y de central de riesgos vigente especialmente la referente a las MIPYMES.
  • Drenar la liquidez generada a la banca la cual surge por la aplicación de instrumentos de política monetaria expansiva. No se ha visto el efecto de las medidas aplicadas por el BCH en el crecimiento del crédito.
  • Continuar con los programas de financiamiento a MIPYMES, medianas y grandes empresas a través del Fondo de Garantía BAHNPROVI-BCH, el agro crédito 8.7.
  • El acuerdo de readecuación de deudas entre el Gobierno y la Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) para readecuar la deudas de los MIPYMES y otros se espera sea un éxito.
  • Las actividades de algunos programas de gobierno en el financiamiento crediticia son muy positivas pero se requieren más recursos y mejor focalización.

Se necesita coordinar esfuerzos entre el Gobierno, la Cooperación Internacional y los Acreedores Internacionales (BID, BM Y BCIE), ya que existen programas de apoyo a los mismos sectores pero en forma aislada. Esto lograría una focalización más efectiva de toda la ayuda recibida.

Acuerdos Comerciales de Honduras con los principales mercados

Honduras tiene una política comercial abierta y en expansión, a través 10 Acuerdos Comerciales Regionales (ACR) con los principales mercados, abarcando 36 países, y de los cuáles la mayoría son pluripartitos.

Estos ACR abarcan tanto el comercio de mercancías como de servicios. Además, incluyen disposiciones sobre inversión extranjera y sobre medidas no arancelarias, como procedimientos aduaneros, defensa comercial, contratación pública y competencia.

Honduras ha logrado incrementar su participación en el comercio internacional por la seguridad jurídica que confieren los acuerdos comerciales bilaterales y regionales. Este incremento se ve reflejado en el desarrollo de sectores de alto potencial productivo, el aumento de la oferta exportable, la transferencia de tecnología, y la generación de empleos, para obtener un crecimiento económico sostenible y equitativo.

Estos acuerdos permiten reducir o eliminar las barreras arancelarias y no
arancelarias al comercio; contribuyen a mejorar la competitividad de las
empresas, facilitar el incremento del flujo de inversión extranjera al otorgar estabilidad a los inversionistas. Asimismo, la apertura comercial genera una mayor integración de Honduras a la economía mundial, lo que hace posible reducir la volatilidad de su crecimiento, el nivel de riesgo-país y el costo de financiamiento de la actividad privada en general.

Honduras es miembro original de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y concede el trato Nación Más Favorecida (NMF) a sus socios comerciales.

También forma parte del Grupo de Economías Pequeñas y Vulnerables (EPVs) y del denominado grupo de países G-33, copatrocinando propuestas encaminadas a obtener un efectivo trato especial y diferenciado y otras flexibilidades acordes con las necesidades de desarrollo de las EPVs como las de Honduras.

Asimismo, forma parte del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), que permite el libre comercio entre los países de Centroamérica. A esto se le suma la unión aduanera entre Honduras, Guatemala y El Salvador, que permite mover el 70% del intercambio comercial de la región, con una operatividad logística de primer nivel al contar con 14 puertos marítimos, 8 aeropuertos internacionales y una infraestructura vial que facilita el tránsito de los productos.

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Honduras: Potencial Forestal

Honduras es un país eminentemente forestal, lo que representa una oportunidad de inversión excepcional.

En función de las cifras correspondientes al PIB, publicadas anualmente por el Banco Central de Honduras, la actividad forestal está comprendida dentro de dos sectores; sector primario, en la actividad económica denominada “Silvicultura” y en el sector secundario en “Producción de Madera y Fabricación de Productos de Madera”. Según las cifras oficiales del Banco Central de Honduras, el aporte del sector forestal al PIB durante el año 2018 fue de 0.80 % lo que representa 1,522.30 millones de Lempiras.

El Instituto de Conservación Forestal (ICF), es la entidad encargada de promover, organizar y fortalecer el Sistema Social Forestal, incorporando a las comunidades que habitan en/ o alrededor  de áreas nacionales con vocación forestal en actividades de protección, manejo, forestación y aprovechamiento sostenible del bosque, incluyendo la transformación, industrialización y comercialización de sus productos.

El bosque representa aproximadamente el 56% del territorio nacional de acuerdo con el mapa oficial publicado por el ICF en el año 2019. Se ha estimado la cobertura forestal en 6,301,097.11 hectáreas, distribuidas de la siguiente forma: 27.95% de bosque latifoliado húmedo (3,144,171.75 hectáreas), 17.31% de bosque de conífera (1,947,558.51 hectáreas), 10.30 % de bosque latifoliado deciduo (1,159,201.66 hectáreas) y 0.45% de bosque de mangle (50,165.19 hectáreas). 

Además, Honduras también cuenta con 91 áreas protegidas, que a partir del 2018 se han vuelto atractivas para invertir en ecoturismo, en marco a la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible (ENTS).

Honduras también tiene una gran variedad de bosques, que según el Instituto de Conservación Foresta (ICF), se clasifican de la siguiente forma:

Bosque Latifoliado Húmedo:

Son comunidades de árboles propios de los climas tropicales cuya madera es preciada. Estos bosques se caracterizan por la presencia de especies de hoja ancha siempre verde y por la alta densidad de especies.

Latifoliado Deciduo:

Son bosques de hoja ancha en los que sus árboles pierden las hojas de manera parcial o total en la época seca de cada año (fenómeno conocido como estrés hídrico). Este tipo de bosque es común en el Valle de Comayagua, Valle de Otoro, Valle de Aguan y la parte sur del departamento de Gracias a Dios.

Bosque Mixto:

Es una asociación entre especies del bosque latifoliado y de conífera, identificables en zonas de transición entre ambos bosques.

Bosque de Conífera Denso:

Está compuesto por  7 especies del género Pinus, de las cuales 3 son de gran utilidad industrial: Pino Costanero, Ocote, Pinabete (Pinus pseudotrobus). Casi todo el territorio nacional está cubierto de pino, pero especialmente en las zonas centrales y oriente, con una gran concentración en los departamentos de Francisco Morazán, Gracias a Dios, Comayagua y El Paraíso.

Bosque de Conifera Ralo:

Este tipo de bosque está compuesto por las mismas especies del pino denso, pero con menor densidad que el bosque de conífera denso (número de individuos por área).

Bosque Latifoliado Húmedo Inundable:

Corresponde a las áreas con vegetación de tipo arbóreo caracterizada por especies latifoliadas con alturas mayores a 5 metros y un dosel inferior diverso. Se localiza en La Mosquitia hondureña y en la Reserva del Hombre y Biósfera del Río Plátano.

Bosque de Mangle Alto:

Se caracteriza por limitar con mares u otros cuerpos de agua salada. Está formado por árboles y arbustos siempre verdes, de raíces fúlcreas o zancos con neumatóforos. Las especies más frecuentes en Honduras en su tipo son Rhizophora mangle y Laguncularia racemosa.

Bosque de Mangle Bajo:

Superficies cubiertas por mangle, que se ubica inmediatamente después de las especies de mangle alto, es decir, más cercanas a la tierra donde las condiciones de humedad y salinidad difieren.

Su altura promedio es inferior al mangle alto, y está representada mayormente por especies como Aviocennia bicolor y Conocarpus erectus. Estas especies son importantes para la industria salinera, construcción rural y acuicultura.

En Honduras, el 57.1% (3,074,310.15 hectáreas) del terreno forestal se clasifica como bosque latifoliado, el 36.6% (1, 972,675.12 hectáreas) como bosque de conífera, el 5.3% (285, 468.77 hectáreas) como bosque mixto y el 1% (51,970.84) como bosque de mangle.

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Honduras: Potencial Agroindustrial

El potencial agroindustrial de Honduras gracias a sus procesos de agricultura sostenible, clima tropical para producir todo el año, y la gran cantidad de suelo agrícola, son una enorme ventaja competitiva.

Honduras está dotada de tierras agrícolas, bosques y recursos marinos. Su territorio de alrededor de 11.2 millones de hectáreas está cubierto en su mayoría por montañas boscosas, de los cuales 2.4 millones son de suelo agrícola.

El país Centroamericano tiene un rubro agroindustrial considerablemente amplio y ya es reconocido por la calidad de varios de sus productos agrícolas, mostrando en los últimos años un crecimiento importante en su propuesta de calidad. Se ha posicionado como el primer exportador de tilapia en Latinoamérica y quinto exportador de café a nivel mundial, producto que por su especialización y calidad, lo ha llevado a ser reconocido como “Taza de Excelencia” entre la élite mundial del grano aromático.

Existe una diversidad de productos en los que el país destaca, dentro de los cuales están los puros, el camarón congelado, aceite de palma, y en los últimos años un crecimiento importante en la exportación de productos no tradicionales que incluyen vegetales orientales como okra y pepino de mar.

Factores como los bajos costos de la tierra, salarios competitivos y la ubicación estratégica posicionan a Honduras como un principal exportador de productos agrícolas en el mundo.

El acceso libre de impuestos para la entrada de frutas y verduras frescas a diferentes mercados por los TLC firmados con diferentes países, hacen del país un lugar ideal para la inversión y el comercio de agroindustria.

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Digitalización del Sector Agroindustrial a causa del Covid-19

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), nos exponemos a una crisis alimentaria inminente, a menos que se adopten rápidamente medidas para proteger a los más vulnerables, mantener activas las cadenas mundiales de suministro de alimentos y mitigar los efectos de la pandemia en el sistema alimentario.

A pesar de la crisis sanitaria mundial, en este momento existe suficiente producción de alimentos básicos para proveer a la población. La Federación de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH), garantiza una reserva apropiada hoy en día, pero demanda el correcto apoyo y toma de decisiones para garantizar esas reservas a futuro.

Las medidas adoptadas a lo interno de los países como: el cierre de fronteras, interrupción en la distribución de la producción, cadena de suministro y comercio, podrían sumar una nueva crisis, además de la económica prevista, la alimentaria.

La restricción física a la actividad económica está ocasionando innumerables pérdidas especialmente en productos perecederos, pero esto todavía no responde específicamente a la demanda, la disponibilidad de alimentos local en gran medida se debe a la interrupción de los canales de distribución domésticos, es aquí donde el efecto de la pandemia compromete la producción, comercio y consumo de los alimentos.

Por ejemplo, muchos países están aplicando controles más estrictos a los buques de carga, a riesgo de poner en peligro las operaciones de transporte marítimo, y en particular los bienes perecederos como las frutas y hortalizas frescas, el pescado, y los productos pesqueros, reporta la FAO.

“No podemos abrir la puerta a la escasez, debemos, entre todas y todos, velar que las cadenas de producción, transformación, y suministro de alimentos, se mantengan vivas”, es el llamado que realiza el Frente Parlamentario Contra El Hambre de América Latina y El Caribe.

Las tecnologías digitales pueden ser parte de la solución ya que permiten una agricultura más eficiente, productiva y sostenible a través de la optimización de sus procesos para producir alimentos de calidad y de modo más sostenible, según Fontagro, un mecanismo de cooperación técnica entre los países de América Latina, El Caribe y España que promueve la competitividad y seguridad alimentaria.

¿Es posible la caída de la demanda de alimentos?

La demanda de alimentos es bastante alta en los países que reportan COVID-19, debido a las medidas de confinamiento. Sin embargo, esto no será así siempre, el efecto de la demanda de alimentos en el consumo será probablemente limitado, aunque los hábitos alimentarios pueden verse alterados.

Según la FAO, existe la posibilidad que se produzca una disminución desproporcionada del consumo de proteína animal (como resultado de los temores –sin base científica- que los animales puedan ser huéspedes del virus), y de otros productos de mayor valor, como frutas y hortalizas (que podría provocar una caída de precios).

La demanda de alimentos en los países más pobres está más vinculada a los ingresos y, en este caso, la pérdida de oportunidades de obtener ingresos, las suspensiones y los despidos impactarán el consumo. “Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia. Muchos también dependen de remesas en rápido descenso”, apunta el Banco Mundial.

La demanda también caerá debido a la mayor incertidumbre, el aumento del comportamiento cauteloso, y los esfuerzos de contención. A este escenario se suma a corto plazo el coste real de una dieta saludable, misma que podría aumentar debido al alza de precios en los productos básicos perecederos. Lo anterior, tendría un efecto adverso en los hogares de menos ingresos, e impactaría en los productores por la pérdida de rentabilidad, pérdida de productos y reducción en próximas cosechas.

La demanda de alimentos es bastante alta en los países que reportan COVID-19, debido a las medidas de confinamiento. Sin embargo, esto no será así siempre, el efecto de la demanda de alimentos en el consumo será probablemente limitado, aunque los hábitos alimentarios pueden verse alterados.

Según la FAO, existe la posibilidad que se produzca una disminución desproporcionada del consumo de proteína animal (como resultado de los temores –sin base científica- que los animales puedan ser huéspedes del virus), y de otros productos de mayor valor, como frutas y hortalizas (que podría provocar una caída de precios).

La demanda de alimentos en los países más pobres está más vinculada a los ingresos y, en este caso, la pérdida de oportunidades de obtener ingresos, las suspensiones y los despidos impactarán el consumo. “Muchos hogares viven al día y carecen de recursos para enfrentar los aislamientos y cuarentenas necesarios para contener la propagación de la epidemia. Muchos también dependen de remesas en rápido descenso”, apunta el Banco Mundial.

La demanda también caerá debido a la mayor incertidumbre, el aumento del comportamiento cauteloso, y los esfuerzos de contención. A este escenario se suma a corto plazo el coste real de una dieta saludable, misma que podría aumentar debido al alza de precios en los productos básicos perecederos. Lo anterior, tendría un efecto adverso en los hogares de menos ingresos, e impactaría en los productores por la pérdida de rentabilidad, pérdida de productos y reducción en próximas cosechas.

Cambios en consumo, Nuevas oportunidades

El cambio en los patrones de consumo y comportamiento del consumidor ante el Covid-19 es un hecho. Así mismo, el aumento en la compra de los productos congelados, enlatados y de larga duración se hará sentir en la adquisición de alimentos perecederos.

Por otro lado, habrá un incremento significativo en el comercio electrónico, que si bien es cierto en Honduras apenas está tomando forma, moldeado por la crisis.

Esta tendencia se mantendrá, los servicios digitales están adquiriendo protagonismo, y lejos de ser un obstáculo para el sector agroalimentario, como sucede en este momento, debe convertirse en una oportunidad, desde la labor técnica del campo hasta su distribución, comercialización y venta al consumidor final.

La Universidad Agrícola El Zamorano ya lleva pasos adelantados en el área de investigación, aplicada a la agricultura. Desarrolló un proyecto denominado AGROZAM, esta es una plataforma digital que alberga información referente a los procesos de producción que ocurren en los campos agrícolas de ZAMORANO. Este software brinda toda la información necesaria al planificar el uso de un lote, y puede ser aplicada en cualquier unidad de producción agropecuaria.

Desde el inicio de sus operaciones, el Consejo Nacional de Inversiones (CNI) impulsa la transformación de los procesos tradicionales a plataformas digitales que aporten valor y generen un cambio positivo en la economía e inversión.

Con los canales físicos obstaculizando la venta de la industria alimentaria, esta propuesta hoy toma más fuerza que nunca. La digitalización junto a la unidad de los pequeños productores, asociaciones, cooperativas entre otros, podrían representar una nueva ruta a mediano y largo plazo para estabilizar el suministro, combinando la vía tradicional y los nuevos formatos para hacer negocio.

La incorporación del sector agroalimentario al comercio electrónico y el desarrollo de una campaña de concienciación por consumir el producto nacional, forman parte de las propuestas que el Consejo Nacional de Inversiones (CNI) plantea a las autoridades y opinión pública, para poder enfrentar con mayor efectividad los efectos de la pandemia en el rubro alimentario de Honduras.

CONSEJO NACIONAL DE INVERSIONES (CNI)